Según CB Insights, cerca del 40% de las startups fracasa debido a la falta de capital, un 35% a la ausencia de una necesidad de mercado y casi el 20% como consecuencia de un mal modelo de negocio.
Para prevenir estos riesgos, hay un documento que todo emprendedor debe elaborar antes de poner en marcha su empresa: el plan de negocio.
Además de analizar la viabilidad y necesidades financieras del proyecto, ayudará a definir su valor diferencial y a atraer financiación.
Para poder materializar una idea de negocio, los emprendedores deben tener clara la hoja de ruta que quieren seguir y analizar los riesgos y oportunidades del mercado.
Esta información debe aparecer recogida en el plan de negocio o ‘business plan’ según su terminología inglesa, un documento de vital importancia que debe elaborarse en las etapas iniciales de cualquier startup y que sirve para analizar la viabilidad técnica, financiera y económica del proyecto.
El plan de negocio sirve como carta de presentación de cara a los inversores y como hoja de ruta del proyecto. Elaborarlo correctamente puede marcar la diferencia a la hora de iniciar el camino emprendedor, por lo que todos los emprendedores deben conocer cuáles son los aspectos que debe incluir.
Cualquier tipo de emprendedor debe elaborar el plan de negocio para poder materializar su idea emprendedora. Incluso en aquellos casos en los que el emprendimiento tiene un propósito que va más allá de la rentabilidad, como es el caso de los emprendimientos sostenibles.
Este documento debe redactarse de la manera más detallada posible, ya que es la hoja de ruta y carta de presentación del proyecto.
