Las tecnologías utilizadas en el neuromarketing permiten a las y los emprendedores de negocios hacer investigación de mercados, que muchos creen inalcanzable, pero que por ejemplo con dispositivos de seguimiento de ojos pueden realizar con sólo 300 dólares, dijo Silvia Campos Esquivel, especialista en neuromarketing.
Comentó que motivar a las nuevas generaciones a hacer investigación es un reto, al restringirse ellas mismas a realizarla, por creer que puede funcionar lo que es su punto de vista o aquello que les dicen sus amigos y comunidades.
Eliminar toda esa subjetividad puede hacerse con el neuromarketing, que aporta datos basados en la ciencia, por lo que “ya no hay esos cuestionamientos de: por qué no preguntaste esto o por qué la moderadora no dijo alguna otra cosa”.
Business intelligence
Al ofrecer insumos desde la parte científica, el neuromarketing ayuda a las y los empresarios a tomar decisiones de business intelligence –que entre otras cosas combina minería de datos–.
Los ayuda a no quedar expuestos a cierta subjetividad que subyace a la información cualitativa y cuantitativa, por ejemplo, cuando en un focus group una personalidad muy fuerte sesga la investigación.
Sin embargo, el neuromarketing no lo soluciona todo y por eso debe complementarse con la investigación de mercados tradicional, y con conocimiento de los gustos y la utilidad subjetiva de las personas consumidoras.
“Porque el ser humano no es totalmente racional en sus compras, añadió Carlos Soto Zambrano, profesional en publicidad y mercadeo”.
Dijo además, que la psicología está aportando al neuromarketing todo lo relacionado con las emociones y el inconsciente, porque lo cualitativo también se puede medir. Por ejemplo, al hacer escalas valorativas de un ejercicio verbalizado o de una observación participante.









