En lo que va del 2024, 20 restaurantes del Centro Histórico de Puebla han cerrado y, con ello, se perdieron 280 empleos, debido a que bajaron las ventas por los cierres de calles continuos, donde había obras en proceso o se tenía presencia de la policía para impedir la instalación del comercio informal.
El presidente de la Asociación Poblana de Restaurantes y Prestadores de Servicios AC (Apresac), Arturo Delgado Ramírez, refirió que los negocios en quiebra, de los cuales ocho eran afiliados, habían superado la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19.
Expuso que los negocios cerrados tenían de 3 a 6 años en servicio, sin embargo, las bajas ventas no permitieron seguir pagando rentas hasta de 50,000 pesos. Incluso, algunos se habían retrasó hasta dos meses en los pagos.
Al menos cinco de esos negocios determinaron volver a abrir en otras zonas comerciales, donde pagarían menos de la mitad respecto a la mensualidad que cubrían cada mes en el Centro Histórico, ahondó.
Cierre de calles
Lamentó que las autoridades municipales no tomen en cuenta a los locatarios para hacer obras y cuando están en ejecución, los tiempos tampoco se cumplen.
Además, dijo, se cierran calles para impedir la presencia de vendedores ambulantes, lo cual inhibe la llegada de comensales, situación que la veintena de restaurantes mencionados no soportó por las bajas ventas.
Delgado Ramírez consideró importante que el sector restaurantero y comercios sean tomados en cuenta por la autoridad, al dejar en claro que no se oponen a las obras y operativos, pero sí a la forma cómo se actúa sin pensar en las consecuencias económicas en perjuicio de los empresarios.
“El Centro Histórico no puede tener cierres de calles de manera intermitente por obras y si las hay, que éstas se ejecuten de manera rápida, porque los negocios no se pueden dar el lujo de bajar sus ventas cuando tienen que cubrir rentas altas”, comentó.
