La inflación en alimentos ha alcanzado 4.3 % en el último año en Estados Unidos, de acuerdo con cifras oficiales, lo que ha llevado a millones de consumidores a modificar su forma de gastar. La llamada spaghett recession describe este ajuste cultural donde lo barato y sencillo se convierte en tendencia compartida.
La transformación se refleja en pequeños gestos cotidianos. El cóctel “Spaghett”, mezcla de Miller High Life con Aperol, pasó de ser una rareza en bares alternativos a convertirse en bebida recurrente en supermercados y reuniones en casa. Con un precio accesible y una preparación rápida, simboliza la creatividad frente a limitaciones económicas.
Cultura del ahorro con ingenio
El fenómeno no se reduce a reducir gastos. Muestra cómo la población reinterpreta rituales de convivencia, desde cenas caseras en lugar de restaurantes hasta el rescate de productos considerados básicos. Marcas históricas encuentran en este escenario la oportunidad de reposicionarse como aliadas de la sencillez y la resistencia.
Un estilo que marca época
Más que un ajuste económico, el spaghett recession se convierte en una estética cultural. La pasta económica y los tragos improvisados dejan de ser meras soluciones de ahorro para consolidarse como parte de un estilo de vida que valora la nostalgia, la practicidad y la posibilidad de encontrar placer en lo cotidiano.
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