La tradición de las paletas mexicanas encontró un nuevo espacio en Estados Unidos gracias a Elizabeth Mateo, una emprendedora que transformó una herencia familiar en un negocio en expansión. Su propuesta se basa en la mezcla de helados artesanales y barras de fruta, un concepto que mantiene la esencia de los sabores típicos y, al mismo tiempo, responde a las tendencias de consumo en un mercado diverso y competitivo.
Su llegada al sector no fue inmediata. Mateo estudió gastronomía en California y trabajó en cocinas de alto nivel antes de retomar la receta de su madre, originaria de México. Esta decisión la llevó a fundar Mateo’s Ice Cream and Fruit Bars, un emprendimiento que hoy se posiciona como referente en Los Ángeles y que comienza a explorar nuevas oportunidades en otros estados.
Estrategia detrás de las paletas mexicanas
El éxito de las paletas mexicanas radica en la autenticidad y en la adaptación a nuevos públicos. Los consumidores buscan productos que transmitan identidad cultural y, al mismo tiempo, ofrezcan frescura y calidad. En este sentido, la empresa ha logrado equilibrar la nostalgia de los sabores tradicionales con la innovación en su presentación y comercialización.
La estrategia de distribución en supermercados y la presencia en comunidades con alta población latina han sido factores determinantes para el crecimiento. Además, la diversificación de sabores, que combina ingredientes clásicos como la horchata con propuestas de temporada, ha permitido atraer a un público más amplio y no limitado al origen mexicano.
El reto de crecer en un mercado competitivo
El mercado de helados en Estados Unidos supera los 10,000 millones de dólares anuales y está dominado por grandes corporaciones. En consecuencia, la capacidad de diferenciarse mediante propuestas artesanales resulta clave. Para Mateo’s Ice Cream and Fruit Bars, el reto es mantener la calidad mientras amplía su producción y fortalece sus canales de distribución.
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De igual manera, la visibilidad que otorgan las ferias de alimentos y la atención de medios especializados han impulsado su posicionamiento. La combinación de historia personal, sabores auténticos y estrategias de expansión convierte a esta marca en un ejemplo del potencial de las empresas con identidad cultural en el extranjero.
De acuerdo con cifras recientes, el consumo de helados y postres congelados en Estados Unidos creció más de 7 % en 2024, lo que abre una ventana de oportunidad para proyectos como el de Elizabeth Mateo.
