En China, la discusión sobre las jornadas de trabajo extendidas dejó de ser un tema silencioso y comenzó a ocupar espacio en la agenda empresarial. Tras años de normalizar el modelo conocido como 996 —trabajar de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana—, nuevas políticas buscan limitar esa práctica y abrir paso a un entorno más sostenible para los trabajadores.
Las autoridades señalaron en agosto de 2025 que las compañías tecnológicas y manufactureras deberán acatar inspecciones más estrictas sobre horarios. El anuncio refleja un cambio de enfoque que coloca en primer plano la salud mental, la productividad a largo plazo y la necesidad de innovación empresarial que no dependa del agotamiento.
Cultura laboral en transformación
El modelo 996 se convirtió en símbolo de crecimiento acelerado, pero también en causa de agotamiento físico y social. Casos recientes de empleados que denunciaron excesos impulsaron a Pekín a regular de manera más firme. Del mismo modo, la generación más joven de profesionales se ha vuelto más vocal en la búsqueda de balance entre vida personal y trabajo, lo que presiona a las compañías a redefinir su cultura organizacional.
Por otro lado, varias firmas locales experimentan con esquemas híbridos y reducciones de jornada, convencidas de que la creatividad y la innovación florecen cuando hay espacios de descanso. Este giro se traduce en nuevos modelos de liderazgo que privilegian la adaptabilidad, la motivación intrínseca y el compromiso voluntario de los equipos.
Innovación empresarial frente al reto
China enfrenta ahora el desafío de mantener su ritmo competitivo global sin recurrir al desgaste humano. En consecuencia, el rediseño de horarios se perfila como un ensayo social y económico con repercusiones internacionales.
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De igual manera, las cifras recientes muestran que más del 60 % de las startups chinas reportaron en septiembre de 2025 una caída en la rotación laboral tras ajustar sus esquemas de jornada. Esa tendencia sugiere que la apuesta por equilibrar productividad y bienestar puede convertirse en un factor decisivo para retener talento y fortalecer la innovación.
La Corte Suprema de China reiteró en agosto de 2025 que las prácticas laborales forzadas fuera de horario constituyen violaciones legales, lo que confirma un viraje institucional que fortalece la transición hacia una cultura laboral más equilibrada.
