Google, Microsoft y OpenAI compiten no solo en modelos y aplicaciones, sino en quién fija las reglas de acceso a internet para sus sistemas. La discusión estalló tras el lanzamiento de nuevos estándares que limitan cómo los bots de IA pueden interactuar con los sitios web, y la tensión crece porque lo que está en juego es el ecosistema digital global.
La clave de esta pelea radica en las directrices para que los dueños de páginas decidan si permiten o bloquean el rastreo de sus contenidos por parte de asistentes de IA. Google impulsa un estándar llamado Web AI Crawler Control, mientras que OpenAI y Microsoft respaldan propuestas alternativas. Cada jugador busca imponer un mecanismo que garantice el entrenamiento de sus modelos, pero también el control de datos en un entorno cada vez más sensible.
Inteligencia artificial y control de datos
El debate no es menor. En agosto de 2025, varios portales en Estados Unidos empezaron a probar herramientas de restricción de acceso, generando fricciones entre compañías que hasta hace poco parecían aliadas. Por un lado, se defiende la libertad de los sitios para proteger su contenido; por el otro, se insiste en la necesidad de alimentar modelos de IA con información de calidad. La tensión refleja el dilema de una industria que avanza más rápido que su propia regulación.
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De igual manera, este conflicto abre una conversación más amplia sobre cómo se equilibran derechos de autor, privacidad y desarrollo tecnológico. Empresas de medios, universidades y foros de innovación ya están presionando para que se establezcan marcos comunes que eviten abusos y aseguren transparencia.
La nueva frontera del internet
El poder de decisión sobre quién accede a qué datos podría cambiar la forma en que se construye el conocimiento en línea. Si un estándar se impone sobre otro, las ventajas competitivas podrían concentrarse en una sola compañía, reduciendo la diversidad del ecosistema. En consecuencia, el pulso actual marcará el rumbo de la próxima década de internet y de los modelos de IA que lo sostendrán.
Actualmente, más de 60% de los sitios más visitados en Estados Unidos ya evalúan herramientas para limitar o redirigir el acceso de los bots de IA, una cifra que anticipa un cambio profundo en la arquitectura digital.









