La apuesta de Robert De Niro por Barbuda no es solo un proyecto turístico, es un movimiento empresarial con visión de largo plazo. El actor estadounidense avanza con la construcción del Nobu Beach Inn, un resort que busca reactivar la economía de esta isla caribeña tras los devastadores huracanes de 2017 y el impacto de la pandemia.
En agosto de 2025 se confirmó que el proyecto, valorado en más de 200 millones de dólares, se encuentra en fase avanzada de desarrollo. La iniciativa no solo persigue atraer turismo de lujo, sino que plantea una estrategia para generar empleo local, mejorar infraestructura y consolidar a Barbuda como un destino aspiracional en el Caribe.
Nobu Beach Inn como motor de transformación
El plan de De Niro se basa en un modelo que combina exclusividad y desarrollo económico. Con su socio Nobu Matsuhisa, la marca ya tiene presencia en destinos estratégicos como Miami, Las Vegas y Marbella. Barbuda representa un paso distinto: transformar un territorio con baja densidad turística en un referente global de hospitalidad.
De igual manera, el resort contará con villas privadas, un restaurante Nobu frente al mar y un diseño sustentable que busca integrarse al entorno natural. Se prevé que la operación genere cientos de empleos directos y un impacto indirecto en la pesca, transporte marítimo y servicios complementarios de la isla.
Emprendimiento y resiliencia en el Caribe
La historia de Nobu Beach Inn en Barbuda muestra cómo las grandes marcas pueden convertirse en catalizadores de recuperación regional. En consecuencia, el proyecto no se limita a alojar visitantes, sino que busca establecer un modelo replicable de inversión privada con beneficios comunitarios.
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El potencial de Nobu Beach Inn se suma a una tendencia en la que el turismo de lujo se convierte en una herramienta de reinvención económica. La isla de Barbuda cuenta con apenas 1,200 habitantes, lo que resalta la magnitud de este proyecto para su desarrollo.
En 2024, Antigua y Barbuda recibieron más de un millón de visitantes, según datos oficiales, una cifra que coloca a la nación caribeña en una posición clave para atraer inversiones internacionales que diversifiquen su economía.
