El mercado de bebidas en Estados Unidos vive una transformación inesperada. Marcas consolidadas de alcohol observan cómo las bebidas infusionadas con cannabis ganan espacio en bares, supermercados y tiendas especializadas, atrayendo a un consumidor que busca experiencias distintas a las tradicionales.
Durante los últimos meses, compañías como Boston Beer y Molson Coors han invertido en alianzas con startups de cannabis para desarrollar portafolios que respondan a la demanda emergente. El crecimiento se explica en parte por cambios regulatorios que han permitido a varios estados ampliar el acceso a productos de THC en formatos listos para beber.
Cannabis drinks cambian la estrategia del alcohol
El atractivo de las bebidas con cannabis radica en su propuesta de bienestar y control. A diferencia del alcohol, ofrecen efectos que los consumidores describen como más predecibles y sin la misma carga calórica. Según datos recientes, el mercado de cannabis infusionado alcanzó en agosto de 2025 ventas cercanas a los 400 millones de dólares en Estados Unidos, un incremento superior al 60% respecto al año anterior.
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Ante este escenario, la industria del alcohol responde con innovación. Empresas tradicionales desarrollan líneas de bajo o nulo contenido de alcohol, ajustan precios y experimentan con nuevas narrativas de consumo. El objetivo es no perder relevancia frente a un público joven que busca alternativas alineadas con estilos de vida más conscientes.
Por otro lado, especialistas del sector apuntan que la convivencia entre ambas categorías puede abrir oportunidades de negocio conjuntas. Algunas compañías ya estudian la posibilidad de integrar en el futuro productos híbridos que mezclen sabores artesanales, bajo grado alcohólico y componentes derivados del cannabis.
Una competencia que redefine la experiencia del consumidor
La competencia no se limita a ventas. También redefine cómo se comunican las marcas. Mientras las bebidas alcohólicas han centrado su discurso en la tradición y la socialización, las de cannabis promueven un lenguaje vinculado al bienestar, la relajación y la autenticidad. Esta diferencia está marcando la pauta para que ambas industrias evolucionen y fortalezcan su narrativa frente a consumidores cada vez más exigentes.
El camino no está exento de retos regulatorios, ya que la legislación federal aún limita la expansión a nivel nacional. Sin embargo, el avance estatal ofrece un terreno fértil para la competencia. En agosto de 2025, la consultora BDSA estimó que el mercado de cannabis legal en Estados Unidos superará los 30 mil millones de dólares en ventas anuales, consolidando a las bebidas como uno de los segmentos de mayor crecimiento.
