Adoptar tecnología ya no es una opción para las pymes mexicanas. Hoy es una condición para sobrevivir, competir y crecer en un entorno que exige agilidad, eficiencia y conexión directa con los clientes. Las empresas que aún no dan ese paso están desaprovechando herramientas accesibles y de alto impacto.
Según la Secretaría de Economía, más del 99% de las unidades económicas en México son micro, pequeñas o medianas. Muchas de ellas operan con métodos tradicionales que las aíslan de oportunidades clave: desde programas de beneficios fiscales hasta canales para acelerar ventas digitales. Lo más relevante es que activar soluciones como la factura electrónica simplificada, el uso de terminales de cobro modernas o plataformas de formalización inmediata puede hacerse sin grandes inversiones.
Transformación digital para pymes
Hoy existen tres herramientas esenciales que toda pyme debería implementar antes de que termine el año. La primera es la “Factura Fácil” del SAT, que permite emitir comprobantes sin necesidad de contratar un sistema externo. Es ideal para negocios pequeños que no tienen área contable.
La segunda es la adopción de terminales punto de venta que aceptan pagos digitales. Además de aumentar las ventas, este tipo de soluciones facilitan la contabilidad y el acceso a financiamiento. En México, se estima que solo el 4% de las microempresas acepta pagos electrónicos.
La tercera es el uso de plataformas como Cédula PyME, que agilizan la formalización empresarial y el acceso a programas gubernamentales. Esto permite entrar al mapa de apoyos públicos sin burocracia excesiva.
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