Cuando el salario no alcanza y la estabilidad laboral se vuelve una ilusión, muchas mexicanas encuentran en el emprendimiento no solo una opción, sino una salida urgente. Hoy, el 52% de las mujeres que emprenden en México lo hacen por necesidad, enfrentando condiciones adversas y creando soluciones con creatividad y resiliencia.
Este tipo de emprendimiento, muchas veces invisibilizado, representa una fuerza vital dentro del ecosistema económico. La mayoría de estas mujeres son madres, cuidadoras o jefas de familia que, ante la falta de oportunidades formales, transforman su entorno desde casa o comunidades locales. Aunque los negocios que surgen en este contexto tienden a concentrarse en sectores como el comercio y los servicios, su impacto social y económico es significativo.
Emprendimiento femenino, una respuesta resiliente ante la desigualdad
En los últimos años ha habido un crecimiento sostenido en la participación femenina dentro del emprendimiento nacional. Tan solo entre agosto y octubre de 2025, se registró un incremento del 7.4% en la apertura de negocios liderados por mujeres. Esta tendencia revela un cambio cultural donde el talento femenino no solo responde a la necesidad, sino que también redefine la innovación desde la base.
El reto, sin embargo, sigue siendo el acceso a herramientas de desarrollo. Solo 2 de cada 10 mujeres emprendedoras tienen acceso a capacitación en digitalización o administración. En consecuencia, fortalecer redes de apoyo, educación financiera y financiamiento es urgente para potenciar esta ola de transformación.
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