Una investigación realizada en España por Artículo14 reveló un patrón tan sutil como inquietante: mujeres con perfiles en LinkedIn que adoptan nombres masculinos reciben hasta el doble de interacciones que cuando usan sus nombres reales. El experimento, realizado entre agosto y octubre de 2025, muestra cómo la percepción del género aún condiciona la manera en que el talento se valora en entornos profesionales digitales.
El estudio analizó perfiles idénticos, con la única variación del nombre. Aquellos registrados como “Javier” o “Miguel” obtuvieron 1.300 visitas, frente a solo 600 en sus versiones femeninas. Además, al publicar los mismos contenidos, los perfiles masculinos obtuvieron un 60% más de reacciones. En todos los casos, las profesionales detrás de estos perfiles contaban con trayectorias destacadas en sectores como la tecnología, la salud o la educación.
El sesgo de género también vive en LinkedIn
Lo revelado en esta investigación no apunta a un caso aislado, sino a una tendencia estructural que afecta la visibilidad profesional de las mujeres. Aunque España ha avanzado en normativas de igualdad, los algoritmos y las percepciones sociales aún replican sesgos que invisibilizan su liderazgo y experiencia.
Este fenómeno digital conecta con una problemática más amplia: la brecha de reconocimiento. No se trata solo de brechas salariales o de acceso a puestos directivos, sino de cuán valorada es una voz femenina en espacios de networking o intercambio profesional.
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