Airbus está en busca de reiniciar lentamente su línea de ensamblaje en China y General Motors comenzó la producción limitada el sábado, así como Toyota lo siguió el lunes por la mañana.
De esta manera China busca reabrir de nuevo poco a poco cada negocio debido al virus que azotó el país.
Los esfuerzos de China para contener el virus están chocando con su impulso para que el país vuelva a funcionar, ya que requiere que los líderes del país logren un equilibrio entre mantener a las personas seguras y volver a encauzar las industrias vitales.
Asimismo los líderes chinos pidieron la semana pasada más énfasis en revivir la economía. Pero muchas de las fábricas que han reabierto están operando muy por debajo de su capacidad, dicen compañías y expertos. Las cuarentenas, las carreteras bloqueadas y los puestos de control impiden que millones de trabajadores vuelvan a sus trabajos. Las líneas de suministro han sido cortadas.
De modo que para comenzar de nuevo los funcionarios chinos están exigiendo a las empresas que proporcionen máscaras a los trabajadores, registren sus temperaturas y sigan sus movimientos para asegurarse de que no hayan entrado en contacto con el coronavirus, llamado COVID-19.
“Es probable que persista el tipo de miedo y congelamiento que se ha establecido en términos de actividad económica”, dijo George Magnus, investigador asociado en el Centro de China de la Universidad de Oxford. “Realmente no veo un buen resultado”.
Donde el lunes, más de 70,000 personas habían sido infectadas por el coronavirus y más de 1,700 habían muerto en todo el mundo, según las autoridades. Se siguen confirmando nuevas infecciones en todo el mundo, incluido un estadounidense que fue identificado con la enfermedad en Malasia el domingo y que había estado en un crucero, lo que generó preocupaciones sobre otro posible grupo fuera de China continental.
