Apple y Tesla dividen sus acciones, después de meses con notable alza, volviéndolas más asequibles a pequeños inversionistas.
Estas compañías son las más solidas en la bolsa en los últimos meses.
Apple transicionó de una cotización de 500 dólares a 125 dólares. Cayó a finales de marzo a causa de la pandemia, como casi todas las empresas.
En cuanto a Tesla, cuyo ascenso superó los 2,000 dólares por acción, también vio sus títulos más bajo: en 445 dólares.
Ambas compañías habían tomado la decisión, de forma independiente, de realizar un split en sus acciones, es decir, dividirlas en fracciones más pequeñas.
En el caso de Apple, por cada acción anterior resultaron 4, mientras que por Tesla la proporción era de 1 a 5.
¿Para qué dividir las acciones?
Según Paco Lodeiro:
Un split de acciones se puede ejemplificar como que, de una tarta que hasta ahora estaba dividida en 100 partes, se sacan ahora 500. En definitiva, trozos más pequeños. No tiene ningún efecto directo sobre las compañías, es neutro para el mercado, pero es un mecanismo utilizado en algunas ocasiones cuando las acciones tienen un precio elevado para facilitar la entrada de pequeños inversores.
De modo que si un pequeño inversor dese adquirir las acciones por un monto dividido, o sea, las acciones cuestan lo mismo, no bajan de precio ni se abaratan; solo se dividen. Por tanto, las divisiones de acciones mantienen el precio de las acciones más asequible.
Este mecanismo es muy socorrido en Wall Street, y tampoco es desconocido para estas empresas. Por ejemplo, Apple realiza Split de acciones por quinta ocasión. Aunque sí es la primera vez que Tesla lo hace.
Con estas medidas, los clientes de Apple y Tesla podrían adquirir acciones. Como consecuencia el vínculo con la marca es mayor, como lo explica Lodeiro:
“Ambas son empresas centradas en los consumidores, y dar la oportunidad de que un consumidor sea también accionista eleva el vínculo, consiguiendo que sea más fiel a la empresa”.
