Desde su nueva silla como inversionista, Ari se prepara para escuchar pitches que van desde IA hasta productos de consumo masivo. Pero lo que más le entusiasma no es solo la innovación, sino la oportunidad de estar frente a personas que, como él en su momento, vienen a exponer sus sueños.
Es un manjar poder estar sentado frente a alguien que viene a contarte lo que ha construido con desvelos, esfuerzo y fe”, dice en entrevista para Emprendedor.com.
Borovoy confiesa que cuando un emprendedor se adentra en mar abierto, los tiburones pueden oler el liderazgo desde las primeras respuestas. “El pitch lo dice todo: si traen claridad en los números, en el tamaño de su industria, en el margen de su negocio… eso me da señales de que hay liderazgo real”, explica.
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En su debut como tiburón en la décima temporada de Shark Tank México, Ari Borovoy se lanza al tanque con algo más que capital: una filosofía emprendedora nacida del entretenimiento y alimentada por sueños, marcas personales y olfato para las grandes ideas.
Desde su nueva silla como inversionista, Ari se prepara para escuchar pitches que van desde IA hasta productos de consumo masivo. Pero lo que más le entusiasma no es solo la innovación, sino la oportunidad de estar frente a personas que, como él en su momento, vienen a exponer sus sueños.
Es un manjar poder estar sentado frente a alguien que viene a contarte lo que ha construido con desvelos, esfuerzo y fe”, dice en entrevista para Emprendedor.com.
El olfato del tiburón
Borovoy confiesa que cuando un emprendedor se adentra en mar abierto, los tiburones pueden oler el liderazgo desde las primeras respuestas. “El pitch lo dice todo: si traen claridad en los números, en el tamaño de su industria, en el margen de su negocio… eso me da señales de que hay liderazgo real”, explica.
No obstante, también tiene su radar bien afinado para detectar red flags. “Cuando alguien no tiene ni idea de cuánto gana, ni de qué está pidiendo, ni para qué… Ahí me bajo del barco”, dice con franqueza.
Para Borovoy, el emprendimiento no se trata solo de tener una gran idea, sino de saber ejecutarla con estructura y pasión.
La resiliencia, una habilidad no negociable en el emprendedor
A lo largo de su trayectoria como empresario, Ari ha aprendido que una habilidad no negociable en el mundo del emprendimiento es la resiliencia. “Los tiburones —y la vida en sí misma—, podemos ser muy insistentes en lo que no queda claro. Y ahí, en la forma en que el emprendedor reacciona, ves si aguanta o no”, comenta.
La tolerancia a la frustración, la paciencia y la habilidad de sostenerse en medio de la presión, son ingredientes que no pueden faltar en un CEO del futuro. “Y más cuando sabes que vas a adentrarte en un mundo hipercompetitivo. Si no crees en ti, nadie más lo va a hacer”.
Fuente: emprendedor.com
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