El crecimiento de las marcas chinas en el mercado automotriz nacional cambió el mapa competitivo en 2025. Su avance refleja cambios en los hábitos de consumo y en las cadenas de distribución.
Modelos como Tiggo 4 Pro y Tiggo 7 Pro de Chirey destacaron entre los preferidos por el público, impulsando la presencia de la firma en segmentos de alta demanda. Además, MG consolidó su posicionamiento con el MG5 y la SUV HS, vehículos que respondieron a la búsqueda de opciones accesibles con mayor equipamiento.
Por otro lado, JAC fortaleció su catálogo con pick-ups y eléctricos, generando un interés creciente en empresas de transporte y logística que buscan optimizar costos de operación. En consecuencia, la compañía logró expandir su participación en regiones clave del país.
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Asimismo, BYD irrumpió con fuerza gracias a modelos como Dolphin y Yuan Plus, que lograron captar a consumidores interesados en electrificación y ahorro energético. De igual manera, la apuesta por híbridos y eléctricos encontró respaldo en programas oficiales que fomentan nuevas tecnologías.
Competencia y proyecciones del mercado
La presencia de estas marcas elevó la competencia frente a fabricantes tradicionales. También abrió un debate sobre la necesidad de fortalecer capacidades productivas locales y esquemas de empleo que garanticen beneficios a trabajadores del sector.
El primer semestre de 2025 registró más de 220 mil unidades chinas vendidas en territorio nacional, lo que representa alrededor del 22 % del total de ventas de automóviles.









