Barcelona está trazando un nuevo modelo de ciudad que conecta tecnología, sostenibilidad y bienestar ciudadano. La reciente edición del Smart City Expo World Congress, celebrada en noviembre de 2025, ha convertido a la capital catalana en el epicentro de la conversación global sobre innovación urbana.
Con más de 25 mil asistentes y 1,100 expositores, el evento reunió a líderes públicos, empresas tecnológicas y emprendedores de 140 países. El foco fue claro: crear soluciones tangibles para una vida urbana más eficiente, equitativa y humana.
La inteligencia artificial, el modelo BIM (Building Information Modeling), la movilidad sostenible, la gobernanza participativa y el emprendimiento fueron las cinco grandes líneas que definieron la narrativa de esta edición.
La ciudad inteligente como motor de transformación social
Además de los avances técnicos, el congreso destacó una visión transversal de la ciudad inteligente como ecosistema de colaboración.
Startups, gobiernos locales y grandes corporaciones coincidieron en que la innovación no solo debe venir del código o el hardware, sino del tejido social que hace viable su implementación. La inteligencia urbana, en este sentido, implica construir confianza, diseñar políticas inclusivas y garantizar acceso equitativo a los beneficios del progreso.
Por otro lado, ciudades como Bogotá, Estocolmo y Kioto compartieron casos exitosos que combinan datos abiertos, participación ciudadana y soluciones tecnológicas con impacto medible. Este intercambio no solo inspira, también establece rutas replicables para otros contextos urbanos.









