Un proyecto alterno puede dejar de ser un ingreso extra para convertirse en una máquina de crecimiento si se aprovechan bien las herramientas tecnológicas. En Estados Unidos, Ben Angel demostró esto: sin contratar equipo ni escribir una línea de código, escaló su proyecto alterno a ventas de siete cifras en solo doce meses. Lo logró usando cuatro herramientas de inteligencia artificial para automatizar casi todo su negocio.
Ben Angel empezó con una iniciativa digital pequeña, produciendo contenido y probando ideas desde casa. Se apoyó primero en identificar temas que su audiencia buscaba antes que la competencia, luego convirtió ese tráfico en clientes sin intervención humana constante, con sistemas automáticos que califican prospectos, dan seguimiento personalizado y dinamizan ventas.
También transformó tareas manuales como la gestión de clientes y los procesos internos en flujos automatizados, lo que le dejó tiempo para iterar y escalar. Para generar contenido, usó IA no solo para redactar sino para crear calendarios de publicaciones efectivos basados en lo que ya funciona en su nicho.
Estrategias concretas para usar innovación y emprendimiento desde un proyecto alterno
Primero Ben Angel desplegó una herramienta de inteligencia artificial para identificar lo que su público buscaba, con el fin de generar contenido que escalaría orgánicamente. De esa manera obtuvo visibilidad sin gastar en anuncios grandes. Además implementó un sistema de ventas automatizado que personaliza mensajes de seguimiento, convierte prospectos durante todo el día y permite operar ventas incluso cuando él no estaba activo.
En segundo lugar automatizó operaciones internas: incorporación de clientes, administración de tareas y seguimientos, usando un “constructor de sistemas” que convierte procesos manuales en secuencias repetibles. También usó una herramienta de contenido que analiza qué títulos y mensajes funcionan mejor en su nicho para planificar un calendario de publicaciones sin perder tiempo.
Estas tácticas le permitieron escalar sin necesidad de recursos propios grandes. No contrató personal, no aprendió programación compleja y aun así multiplicó sus ingresos trabajando de forma inteligente, no necesariamente con muchas horas extra. El enfoque fue optimizar cada paso, medir lo que daba resultado y eliminar lo que no.
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Innovación corporativa como ventaja competitiva
Aplicar un enfoque similar en empresas mexicanas también tiene sentido: identificar puntos repetitivos, automatizar, mantener al cliente en el centro. Startups nacionales pueden incorporar herramientas de IA para mejorar servicio al cliente, hacer marketing más preciso y liberar tiempo de los fundadores para pensar en estrategia, no solo operación. De igual manera, quienes ya tienen negocio, pueden reestructurar sus procesos internos para reducir costos y aumentar rapidez.
Por último, es importante conocer que más del 60 % de emprendedores en Estados Unidos que alcanzaron un millón de dólares en ingresos iniciaron como proyectos alternos digitales. Eso confirma cuánto puede pesar la cultura de emprendimiento y la innovación aplicada desde lo pequeño.
