Cesta de Navidad o tarjeta: el valor empresarial del gesto tangible

Colaboradores chilenos recibiendo cesta de Navidad en oficina moderna como gesto de cultura empresarial
Cesta de Navidad o tarjeta: el valor empresarial del gesto tangible

Los beneficios laborales se han sofisticado en Chile, pero hay gestos que conservan un impacto emocional difícil de reemplazar. La tradicional cesta de Navidad sigue siendo uno de ellos. Aunque las tarjetas de prepago ofrecen mayor libertad, la entrega física de un obsequio en estas fechas mantiene una carga simbólica que influye en la cultura organizacional y fortalece el sentido de pertenencia.

Las empresas chilenas enfrentan hoy un desafío: innovar sin deshumanizar. Desde agosto de 2025, se ha observado una revalorización de prácticas que, aunque simples, conectan con la emocionalidad de los equipos.

La entrega de una canasta navideña no solo representa un gasto menor al 1% del presupuesto anual por trabajador, sino que genera reconocimiento directo. Es una acción visible, concreta y con rostro humano.

El valor emocional de la cesta de Navidad

Más allá del contenido, la cesta es un símbolo de cuidado. Implica que alguien se detuvo a pensar, seleccionar y entregar. En un entorno donde lo digital y automático gana terreno, ese detalle marca la diferencia. Según datos de empresas consultoras de recursos humanos, los trabajadores que reciben beneficios tangibles en fechas clave reportan mayores niveles de satisfacción interna.

Además, la logística de entrega crea un momento de encuentro. Son instantes donde los equipos conviven, ríen y conversan, reforzando vínculos que impactan la colaboración.

Por otro lado, las tarjetas electrónicas, aunque funcionales, no generan el mismo ritual colectivo.

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