Nada en el mundo de los negocios y la tecnología permanece estático. Mientras algunas economías aún discuten cómo impulsar la innovación, China se convirtió recientemente en el primer país del planeta en superar los cinco millones de patentes activas, un hito que redefine las métricas de liderazgo tecnológico global.
Este logro, confirmado en agosto de 2025 por la Administración Nacional de Propiedad Intelectual de China (CNIPA), no es una simple cifra. Refleja una estrategia sistemática de largo plazo, impulsada tanto por gigantes como Huawei o CATL como por miles de pequeñas y medianas empresas que apuestan por la investigación aplicada. El resultado: un ecosistema de innovación donde la protección de ideas es tan relevante como su desarrollo.
El poder del conocimiento patentado
Detrás de este volumen inédito hay un cambio cultural profundo. Las empresas chinas han dejado de ver la propiedad intelectual como un requisito burocrático para tratarla como un activo estratégico. Este giro se alinea con la política nacional de convertir a China en un centro global de ciencia y tecnología para 2035.
Además, más del 90% de estas patentes se concentran en sectores como la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos y la biotecnología. Esto no solo fortalece el posicionamiento de China en los mercados del futuro, sino que impone un nuevo estándar para competir globalmente.
Al cierre de octubre de 2025, solo Huawei reportó más de 130,000 patentes válidas en todo el mundo, una cifra que por sí sola supera la cantidad total de patentes activas en múltiples economías emergentes.
