Las tortas son uno de los destacados miembros de la gastronomía mexicana. Este platillo, que algunas versiones indican nació en la Ciudad de México en 1892, se ha convertido en una fuente de ingresos para miles de personas en el país.
Y es que, al ser un negocio rentable, a lo largo del territorio nacional es posible encontrar un sinfín de torterías, algunas más destacadas que otras tanto por su sabor como por su historia o concepto.
La creación de tan emblemático platillo se atribuye a Armando Martínez Centurión quien en 1894 comenzó a vender lo que él llamaba “tortas compuestas”. Su negocio en la Ciudad de México se ubicaba en la calle Coliseo Viejo, actualmente 16 de septiembre, aunque posteriormente se trasladaron al callejón del Espíritu Santo (hoy Motolinía).
Si te interesa emprender en el sector culinario, una tortería podría ser una interesante opción. A diferencia de otro tipo de alimentos, la preparación de las tortas es relativamente sencilla.
Consejos
Te compartimos todo lo que debes saber antes de embarcarte a abrir tu propio local:
1) Identifica tu audiencia objetivo
Determina el perfil de tus comensales, ¿serán estudiantes? ¿familias? ¿ejecutivos? La zona en la que planeas estar, el tipo de producto que deseas vender, los precios que quieres tener, etcétera; toda esta información te ayudará a definir a quién te vas a dirigir.
2) Estudia a la competencia
Es importante conocer a tu competencia, lo cual te ayudará a obtener datos sobre el rango de precios que se maneja en la zona, el tipo de alimentos que se comercializan, horarios de atención y más. Esto también contribuirá a definir cuál será tu valor agregado.
3) Elige un nicho
Realizar los pasos anteriores te permitirá elegir un nicho, es decir, especializarte en algo y diferenciarte del resto. Tal vez lo tuyo sean las tortas ahogadas, o las clásicas de ingredientes como jamón, salchicha, milanesa, etc.
4) Define tu oferta
Ya que sabes en qué te especializarás, es momento de armar tu menú. En este punto debes ser consciente de tus capacidades tanto en términos de recursos humanos como económicos, para que así ofrezcas lo que realmente puedes producir.









