Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indicaron que en enero la actividad creció 0.1% mensual, interrumpiendo dos meses consecutivos de retroceso; asimismo, con una contracción anual de -6.4% para ser el sexto ajuste consecutivo, ambos indicadores considerando cifras ajustados por estacionalidad.
Bajo los criterios originales, el sector construcción arrancó el año con un retroceso de -6.7% en relación a enero de 2024 y si nos remontamos a un año atrás, en enero de 2024 crecía a una tasa anual de 17.9%, lo que demuestra que el sector se mantiene en la parte baja de su ciclo.
Al interior del sector, la edificación comenzó el 2025 con un retroceso anual de -1.6%, que fue la que mantuvo el impulso del sector durante el año pasado, mientras que la construcción de obras de ingeniería civil sigue de capa caída con un ajuste de -27.5% a tasa anual; los trabajos especializados del sector también retrocedieron, solo que a un ritmo anual de -3.4 por ciento.
Sobre la edificación, un reporte de Banorte indica que no descartan un freno derivado de la incertidumbre sobre la actividad en el corto plazo, por lo que persisten desafíos para el sector.
“El desempeño podría verse ralentizado por el menor dinamismo en proyectos gubernamentales siguiendo los esfuerzos de consolidación fiscal, a excepción de aquellos relacionados con los trenes. Además, la resiliencia podría estar determinada por el gasto privado, particularmente en la construcción industrial, compensando por la atonía en la vivienda”.









