¡Adiós a los unicornios!, ahora los Fondos de inversión ahora cazan ‘dragones’.
Un dragón es una empresa emergente que es capaz de devolver, íntegramente, el importe del fondo a los inversionistas. No tiene un valor acorde al mercado sino que éste se define en función del fondo.
Aunque los unicornios deslumbraron por su capacidad de crecimiento, los dragones son mucho más valiosos porque, al margen de su tamaño, devuelven al inversionista todo su dinero.
A pesar de que los dragones se han mantenido fuera del mainstream del ecosistema de las startups, los fondos de venture capital (VC) están cada vez más interesados en estas empresas, debido a su rentabilidad.
Los fondos de inversión han dejado solamente de buscar unicornios, que tienen crecimientos muy agresivos pero también un riesgo grande.
Ahora los inversionistas están a la caza de los dragones, ya que estos logran maximizar el rendimiento, les dan un retorno global y la posibilidad de seguir invirtiendo.
El arte de cazar dragones
Sin embargo, se trata de empresas que son muy difíciles de encontrar debido a que su valor no lo marca el mercado. Además, es fundamental encontrarlas en edad muy temprana y cuando aún son muy jóvenes, porque en etapa avanzada es poco probable que les devuelva todo el fondo.
Depende de la habilidad de los directivos al momento de hacer el sourcing o la captación de las startups. Además, deben encontrar empresas únicas que estén haciendo negocios fuera de lo común y que no han sido descubiertas por otros fondos.
La complejidad de la tarea y el panorama de las startups en América Latina han ocasionado que los fondos de VC hagan una pausa y tomen con cautela nuevas inversiones. Se trata de un movimiento natural derivado de que en este año se llevan a cabo elecciones presidenciales y se espera un cambio de gobierno.
Fuente: emprendedor.com









