Publicación original de El Universal
Ciudad de México, 21 Noviembre.- La semana pasada la organización Causa en Común presentó ante el Presidente Peña un diagnóstico sobre el alarmante estado de las policías en México. Sin embargo, lejos de rendir cuentas y proponer soluciones, el Presidente respondió que “…se escuchan más las voces que vienen de la propia sociedad civil que condenan, que critican y hacen bullying al trabajo de las instituciones del Estado”.
Pero el “bullying” o acoso a las instituciones de seguridad viene del propio gobierno. ¿O cómo podríamos describir una situación en la que el gobierno no ha procurado un peso más a la seguridad durante 5 años? ¿Qué podríamos decir de un gobierno que ante un crecimiento de la violencia no ha aumentado la fuerza de la Policía Federal ni ha reclutado a un solo elemento nuevo? ¿En qué estima tiene un gobierno a sus policías cuando las manda a poner orden sin herramientas, sin adiestramiento, sin gastos?
Los servidores públicos del Estado mexicano que están en peores circunstancias son los policías. Causa en Común declaró que los policías están mal pagados, tienen escasas prestaciones y no cuentan con los instrumentos para desempeñar sus funciones. Indignantes son las historias de policías que tienen que pagar la gasolina y reparaciones de patrullas, rentar armas y comprar municiones, o remendar sus propios uniformes. Las humillaciones y vejaciones físicas y verbales contra los oficiales por parte de sus mandos son comunes. Y el gobierno federal también “bulea” a sus propios policías: ahí tenemos las imágenes de los elementos federales desalojados de hoteles en Michoacán por falta de pago, echados a la calle de noche con sus cosas como si fueran todo, menos la autoridad.
La desafortunada declaración del Presidente no debe hacernos perder de vista lo más importante de este Foro: el decálogo de propuestas en materia de seguridad pública que presentó Causa en Común, con el que coincido plenamente. Muchas de esas propuestas las desarrollo en mi libro “Es la hora de México”. Me referiré a tres puntos:
Invito a Causa en Común y a todas las OSCs a que se analicen y discutan mis planteamientos en materia de seguridad, los critiquen, los comparen con los de otros aspirantes, y los enriquezcan con sus puntos de vista. Mi idea es clara: una política de seguridad ciudadana basada en evidencia y abierta al escrutinio de la sociedad. Un gobierno valiente, que no sea bully ni “buleado”. Un gobierno que acompañe a los ciudadanos, que promueva a las organizaciones civiles y no que les esté reclamando o regañando. Un gobierno que fortalezca las instituciones de seguridad y de justicia para cumplir con uno de los principales objetivos del Estado: seguridad a todos los mexicanos.
Abogada
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