Este jueves el Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado en estado de emergencia global el contagio del coronavirus y la toma de medidas para prevenir el contagio del coronavirus (2019-nC0V), surgido en Wuhan, China.
[URGENTE] La Organización Mundial de la Salud @WHO declara la emergencia internacional por el #coronavirus pic.twitter.com/Ug1jISz9bR
— Noticias ONU (@NoticiasONU) January 30, 2020
La suma de las personas fallecidas a ascendido a 171 los cuales tienen origen en China y se han registrado al menos 8,241 casos de personas infectadas por esta enfermedad, además de que ha afectado a otras personas en otros continentes.
La declaratoria de emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) dictaminada hoy es la quinta aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) mediante su Reglamento Sanitario Internacional, instituido en 2005.
Una ESPII se declara ante un evento extraordinario que “constituye un riesgo para la salud pública de otros Estados a causa de la propagación internacional de una enfermedad, y podría exigir una respuesta internacional coordinada”.
Mencionando que la situación es “grave, súbita, inusual o inesperada; y que las implicaciones para la salud pública que van más allá de las fronteras del Estado afectado, y puede necesitar una acción internacional inmediata”, describe la OMS.
Recordando así que la primera alerta de este tipo fue en el 2009, ante la pandemia de la influenza H1N1, originada en el oriental estado mexicano de Veracruz, que cobró la vida de al menos 284 mil 500 personas a nivel mundial.
Después le siguió, la diseminación internacional del poliovirus salvaje en mayo de 2014 llevó a la segunda declaratoria y apenas tres meses después, en agosto, se aplicó la tercera ante el virus del Ébola en África occidental.
Para terminar el 1 de febrero de 2016 con el virus del Zika que se disparó la cuarta ESPII en 11 años, en donde se dieron a conocer casos de microcefalia y otros trastornos neurológicos en Brasil, que siguieron al primer brote detectado en la Polinesia francesa en 2014.









