Hay silencios que duelen y otros que despiertan. En Sevilla, España, la ópera “Garzón en la Maestranza” ha convertido el mutismo en un acto político y simbólico. Esta obra, presentada el 22 de noviembre de 2025 en el Teatro de la Maestranza, pone en escena la figura del exjuez Baltasar Garzón, no con grandes monólogos, sino con ausencias sonoras que hacen más ruido que las palabras.
La propuesta del compositor Mauricio Sotelo y el libreto de Eva Díaz Pérez trasciende el género operístico tradicional. En vez de representar a Garzón con voz propia, lo ubican como una figura muda en el escenario. Su silencio no es debilidad ni vacío.
Es una crítica explícita a la cultura institucional que opta por no ver, por no actuar. El resultado es una puesta en escena donde el silencio deja de ser pasividad para convertirse en resistencia.
Cultura del espectáculo y disrupción creativa
Esta ópera no solo impacta por su contenido político, sino también por su innovación artística. Con recursos visuales y musicales de gran potencia, explora las tensiones entre memoria, justicia y poder. La escenografía, diseñada por Paco Azorín, refuerza esta narrativa con una estructura giratoria que remite a un juicio constante y sin resolución.
Por otro lado, la elección de integrar elementos del flamenco y la tradición española no es meramente estética: busca conectar al público con su historia reciente desde un lugar emocional y sensorial. Así, la ópera se convierte en una herramienta de reflexión colectiva.
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