La cultura empresarial mexicana se encuentra en un punto de inflexión. Un reciente estudio reveló que nueve de cada diez trabajadores ya utilizan herramientas de inteligencia artificial en su día a día, pero solo cuatro de cada diez consideran que sus empresas las aprovechan de manera estratégica. Esta brecha evidencia un fenómeno interesante: la tecnología está siendo impulsada desde los colaboradores, no desde las organizaciones.
Aunque la adopción individual es alta, la falta de políticas, formación y visión colectiva limita el potencial transformador de la IA. Muchas empresas aún no han construido una cultura empresarial que integre esta tecnología de forma estructurada, con estrategias claras de seguridad, capacitación y ética digital. Esto provoca que el impacto se quede en mejoras aisladas en lugar de convertirse en un motor de eficiencia a gran escala.
IA y cultura empresarial: hacia un modelo de innovación colectiva
El informe también señala que el 86 % de los empleados mexicanos considera que la IA los hace más productivos, y más de la mitad asegura ahorrar entre una y tres horas semanales gracias a su uso. Sin embargo, la falta de lineamientos internos fomenta la llamada “shadow IA”: empleados que usan herramientas personales no autorizadas, generando riesgos de seguridad y pérdida de control sobre la información.
Para México y América Latina, la clave será transformar el entusiasmo individual en una estrategia empresarial sólida. Fomentar la capacitación continua, establecer políticas claras y diseñar entornos donde el uso responsable de la IA forme parte de la cultura organizacional será esencial.
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Las empresas que logren integrar la inteligencia artificial en su cultura empresarial no solo aumentarán la productividad, sino que crearán entornos más colaborativos, ágiles y sostenibles. El verdadero valor de la IA no está en la herramienta, sino en la cultura que la adopta con propósito.
