Un pequeño viñedo en la Región del Biobío, Chile, desafió todos los pronósticos al conquistar uno de los galardones más prestigiosos del mundo vitivinícola: la medalla de oro en el Catad’Or World Wine Awards. Lo que inició como un emprendimiento familiar en tierras de tradición agrícola, hoy se posiciona como un referente de calidad y resiliencia empresarial.
Viña Las Araucarias, gestionada por la familia Campos en la comuna de San Rosendo, recibió el reconocimiento por su vino tinto ensamblaje 2023, elaborado con cepas carmenere, cabernet sauvignon y syrah. La distinción obtenida, refleja no solo la calidad del producto, sino también una visión de negocio cimentada en la innovación rural y el arraigo territorial.
La innovación rural como motor del emprendimiento
En un entorno competitivo donde predominan grandes bodegas, el caso de Las Araucarias demuestra cómo la innovación aplicada a pequeña escala puede ser altamente efectiva. La apuesta por métodos de cultivo sustentables, combinada con un modelo de negocio artesanal y colaborativo, ha generado una propuesta auténtica que hoy trasciende fronteras.
La viña no solo impulsa el desarrollo económico de su localidad, sino que también proyecta una nueva narrativa para el vino chileno: una que pone en valor la identidad local y la conexión directa con los consumidores. Del mismo modo, iniciativas como esta revelan cómo las microempresas familiares pueden liderar procesos de transformación cultural en sectores tradicionales.
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