El Grupo Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (IFC), informó que las compañías jóvenes son responsables de siete de cada diez puestos netos creados en economías emergentes. Este dato resalta la necesidad de impulsar entornos donde la innovación y la flexibilidad permitan absorber mano de obra en sectores estratégicos.
El estudio precisa que las firmas en expansión temprana mantienen mayor capacidad para incrementar su plantilla incluso frente a la volatilidad. En contraste, las empresas consolidadas tienden a priorizar estabilidad sobre contratación, lo que limita su aporte en términos relativos al dinamismo laboral.
Productividad y calidad del empleo
La investigación señala que aquellas empresas jóvenes que logran mejorar su productividad garantizan plazas formales y mejor remuneradas. La formalización fortalece la seguridad social de los trabajadores y amplía los ingresos fiscales de los estados, generando un círculo virtuoso de crecimiento. Un aumento en la eficiencia se traduce en menor rotación y en trayectorias profesionales más sólidas.
Este vínculo entre productividad y estabilidad resulta determinante para distribuir los beneficios del desarrollo económico de manera más equitativa. No basta con abrir vacantes, la prioridad está en asegurar que las plazas contribuyan al bienestar social y a la movilidad laboral.
Innovación como motor inclusivo
El documento subraya que los ecosistemas que facilitan la innovación multiplican las oportunidades. Al reducir barreras regulatorias y mejorar el acceso a financiamiento, los gobiernos permiten que el emprendimiento se convierta en un generador sostenible de empleos. Incubadoras tecnológicas y capital de riesgo actúan como aceleradores que potencian el impacto empresarial.
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Desafíos en países en desarrollo
El informe muestra que en naciones donde la informalidad supera la mitad de la fuerza laboral, las empresas jóvenes representan un camino hacia la formalización y la estabilidad. Una evidencia adicional confirma su papel estratégico: las empresas lideradas por mujeres registran un crecimiento del empleo 8 % mayor respecto al promedio.









