A partir de 2026, el costo de la visa estadounidense de no inmigrante se encarecerá significativamente, afectando desde turistas hasta trabajadores temporales.
Una nueva “Tarifa de Integridad de Visas” de 250 dólares elevará el precio total de la visa B1/B2 a 435 dólares, decisión que busca reforzar el cumplimiento migratorio, pero genera polémica internacional.
Cobro obligatorio de nueva tarifa de integridad
La ley One Big Beautiful Bill, firmada el 4 de julio, introduce una “Visa Integrity Fee” de 250 dólares (unos 4,691.58 pesos mexicanos al tipo de cambio actual) para todas las visas de no inmigrante (B‑1/B‑2, F, M, H‑1B, J), que se sumará a los 185 dólares (3,471.77 pesos) actuales, incrementando el costo a 435 USD (8,166 pesos) en total. La tarifa no es extensible ni se puede reducir, y solo diplomáticos A y G están exentos.
Incremento alineado con la inflación
Según la ley, la tarifa de integridad se ajustará anualmente con base en el Índice de Precios al Consumidor (CPI), lo que significa que el costo podría continuar subiendo en los próximos años.
La tarifa puede reembolsarse tras la expiración del visado únicamente si el solicitante demuestra que cumplió las condiciones (no exceder la estancia, no trabajar ilegalmente, etcétera); de lo contrario, el dinero se transfiere al Tesoro de Estados Unidos.









