México 2 mayo._ En las condiciones actuales de inflación provocada por la pandemia de COVID 19, debemos prestar más atención a nuestras finanzas personales, llevar un adecuado registro de los gastos que realizamos, comparar precios y evitar compras que no necesitemos. Y esto lo debemos hacer en dos frentes: con los créditos y nuestro ahorro, por mucho o poco que sea éste.
En la contratación de un crédito:
Alrededor del 71% de las personas que tienen un crédito o una tarjeta de crédito, no comparó otros productos similares antes de su contratación, situación que ahora los puede tener pagando mucho más por lo mismo. La diferencia de un punto porcentual en un crédito hipotecario de un millón 200 mil pesos a 15 años, puede implicar pagar 141 mil pesos más a su término.
En el caso de la tarjeta de crédito, cuya tasa de interés es variable y fluctúa mes a mes, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) recomienda a los tarjetahabientes pagar más del “mínimo requerido” y así evitar costos mayores por el simple efecto del aumento en las tasas de interés.
De igual forma, los productos de crédito con tasa de interés variable o los denominados en alguna moneda distinta al peso, deberán ser evaluados con mayor detenimiento. Eso, ya que muy posiblemente serán los primeros en experimentar aumentos ante las presiones inflacionarias que se presentan a nivel internacional. Por su parte, aquellas personas que ya tengan contratados productos de crédito a tasa fija no verán afectación alguna, en tanto esté vigente su crédito y no incurran en impago.
De ahí la conveniencia de consultar el Catálogo Nacional de Productos y Servicios Financieros que forma parte del Buró de Entidades Financieras http://www.buro.gob.mx, en donde se muestran 973 productos de distintos tipos de crédito que se ofrecen a tasa variable, 970 mixta y 5,646 productos con tasa de interés fija.