¿Es cierto que los mexicanos podemos ahorrar?

Únicamente 18.3% de los hogares mexicanos tendría la posibilidad de ahorrar sin perder poder adquisitivo. Para el resto, la decisión más correcta es ocupar su remanente –de haberlo– para satisfacer necesidades más básicas.

 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH 2014), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la mayor parte de los hogares mexicanos no está en posibilidad de ahorrar, toda vez que se encuentran por debajo de la línea de bienestar; esto es que sus ingresos son insuficientes para costear el monto de la canasta alimentaria y no alimentaria urbana.

Y es que en materia de finanzas personales suelen repetirse frases y recomendaciones como si se tratara de verdades absolutas. Si bien es cierto que es deseable llevar a cabo muchas de esas afirmaciones para mantener un presupuesto sano que nos ayude a sortear imprevistos de toda índole, también lo es que, aunque parezcan recomendaciones generales, van dirigidas a un segmento muy específico y, por tanto, distan de ser la regla, siendo éste el caso del ahorro.

En general, podemos englobar los hogares mexicanos en dos sectores:

1. Quienes no pueden ahorrar porque, de hecho, son incapaces de costear los bienes y servicios necesarios para llevar una vida sin carencias elementales.
2. Quienes (la minoría), con una buena administración de sus recursos, sí tienen la posibilidad de ahorrar.

 

Los mexicanos que no pueden ahorrar

El sector más grande de la sociedad mexicana, que engloba los hogares donde habitan poco más de 86 millones de personas, es incapaz de ahorrar, toda vez que sus ingresos son insuficientes para poder costear el valor de la canasta alimentaria, vivienda, vestimenta, salud, educación, transporte, etc. –línea de bienestar para canasta urbana–. Para éstos, contar con un remanente en sus finanzas es producto de la limitación en sus necesidades más fundamentales, rompiendo con aquella regla del ahorro –visto como inversión– que dicta que “la abstinencia de una necesidad inmediata solamente debe postergarse cuando la satisfacción futura sea superior”.

Dentro de este sector, el grupo más vulnerable está formado por aquellos hogares mexicanos cuya preocupación más grande es la nutrición, toda vez que son incapaces de adquirir con sus ingresos los productos de la canasta alimentaria. En esta condición viven aproximadamente 36.6 millones.

 

Los mexicanos que sí pueden ahorrar

Menos de 3 de cada 10 hogares mexicanos sí son capaces de ahorrar, derivado del monto de sus ingresos; sin embargo, más de una tercera parte de éstos pierde dinero al hacerlo, toda vez que sus recursos son tan limitados que de ingresar dicho remanente a una cuenta bancaria, en 52% de los casos observarían cómo se pierde el poder adquisitivo de sus recursos, pues los pagarés bancarios que podrían ostentar intereses superiores a la inflación suelen ser para montos mínimos de 50,000 pesos, recursos que no podrían ahorrar a lo largo de un año.

Así, solamente 18.3% de los hogares mexicanos estaría en la posibilidad de ahorrar sin perder poder adquisitivo. Para el resto, la decisión más correcta es ocupar su remanente –de haberlo– para la satisfacción de sus necesidades más básicas y/o invertirlo en bienes y servicios que puedan representarles ingresos adicionales, antes de esperar que su dinero “crezca” gracias a los instrumentos financieros.

 

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