El consumo de alcohol en Estados Unidos está atravesando un cambio de fondo. La Generación Z no está abandonando las bebidas, pero sí elige con más cuidado cuándo, cómo y con quién consumirlas. Este giro refleja un estilo de vida que valora experiencias más intencionales y menos impulsivas.
Los datos lo confirman. En agosto de 2025, Gallup reportó que apenas 62% de los adultos jóvenes en Estados Unidos declaró consumir alcohol, frente al 72% de hace dos décadas. La tendencia no apunta a una renuncia definitiva, sino a un consumo más selectivo, donde conviven cócteles artesanales, cervezas de bajo contenido alcohólico y bebidas sin alcohol con creciente protagonismo.
Gen Z y alcohol marcan nuevas tendencias de consumo
Las marcas han comenzado a reconocer esta transición. Desde 2023, cadenas de restaurantes y bares han duplicado la oferta de mocktails y cervezas sin alcohol en sus menús. Ciudades como Nueva York y Los Ángeles ya integran experiencias híbridas, donde la coctelería sin alcohol se presenta al mismo nivel que tragos clásicos como el mojito o la margarita.
De igual manera, estudios recientes muestran que la productividad y el bienestar influyen directamente en estas decisiones. La Generación Z ha dejado claro que su consumo está ligado a celebraciones puntuales, en lugar de la rutina semanal que predominaba en generaciones anteriores.
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Un mercado en expansión
Este comportamiento ha generado oportunidades en sectores tan diversos como la hospitalidad, el retail y la innovación en bebidas. El lanzamiento de líneas premium de agua mineral, tés infusionados o bebidas funcionales responde al mismo patrón: menos cantidad, mayor calidad. En consecuencia, las empresas que entienden esta lógica no solo venden productos, sino estilos de vida alineados a las aspiraciones de sus clientes.
En 2024, el valor del mercado de bebidas sin alcohol en Estados Unidos superó los 11,000 millones de dólares, un crecimiento superior al 30% respecto a 2021.
