En China, aparentar éxito corporativo se ha convertido en un negocio rentable. No se trata de estafas, sino de una práctica cada vez más común en ciudades como Shenzhen o Shanghái: alquilar personas para que actúen como empleados, jefes o socios en una oficina por uno o varios días. ¿El objetivo? Impresionar a clientes, autoridades o posibles inversionistas.
Aunque suene a guion de comedia negra, el servicio es real y tiene tarifas definidas. Por ejemplo, una “secretaria” de apariencia profesional cobra el equivalente a 30 dólares por día. Un supuesto director ejecutivo, hasta 80. El trato es claro: deben vestir bien, seguir instrucciones y nunca revelar que están actuando.
Empleados falsos, oficinas temporales, negocios reales
Esta práctica se alimenta de un contexto altamente competitivo. En muchos sectores del ecosistema empresarial chino, mostrar estructura organizativa sólida abre puertas a contratos públicos, licencias comerciales y financiamiento privado. Por eso, algunas compañías emergentes y otras que solo existen en papel pagan por simular una operación real.
Además, plataformas como Douyin (la versión china de TikTok) han popularizado este fenómeno. Videos con actores interpretando empleados en oficinas alquiladas generan millones de visualizaciones. Algunos incluso ofrecen paquetes que incluyen espacio, mobiliario y extras humanos.
Aunque no existen cifras oficiales, informes recientes revelan que más de 700 agencias informales ofrecen estos servicios en línea. Y el número crece.
¿Interesado en el tema? Mira también: Elegir la oficina ideal: una decisión estratégica para innovar









