Empresarios colombianos en acción en ciudades emergentes
En Colombia, el tejido empresarial se está transformando con una velocidad que pocos países de la región pueden igualar. Hoy, los negocios ya no se concentran únicamente en los centros tradicionales como Bogotá o Medellín. El más reciente Censo Económico del DANE revela una nueva geografía del emprendimiento y el crecimiento corporativo.
Con 498.935 unidades económicas activas, Bogotá lidera el panorama empresarial del país. Sin embargo, es imposible ignorar el avance sostenido de Medellín, Cali y Barranquilla, que juntas superan los 600.000 establecimientos.
Este dato no solo habla de volumen, sino también de diversidad: comercio, servicios, tecnología y manufactura se entrelazan como motores clave del dinamismo económico colombiano.
En este mapa emergente, Bucaramanga y Cúcuta se consolidan como centros regionales con vocación empresarial. La capital santandereana registra 93.000 negocios activos, mientras que la ciudad fronteriza alcanza los 75.000. En ambos casos, la resiliencia frente a contextos complejos se traduce en una apuesta decidida por la economía local.
Además, municipios intermedios como Soacha, Villavicencio y Valledupar experimentan un crecimiento notable. Su avance apunta a un fenómeno de descentralización empresarial que democratiza oportunidades, genera empleo y alimenta el talento regional.
Este nuevo escenario obliga a repensar los modelos de apoyo al emprendimiento, con políticas que consideren la heterogeneidad del país. El potencial no está solo en los grandes polos económicos; está también en las ciudades que han hecho de la informalidad una antesala para la formalización, y del comercio minorista, un trampolín hacia la transformación digital.
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