Las compañías alrededor del mundo enfrentan la disyuntiva de mantener esquemas lineales de producción o apostar por modelos circulares que integran sostenibilidad y rentabilidad. Esta segunda opción está ganando terreno porque responde a la presión regulatoria y social, y al mismo tiempo abre nuevas oportunidades de diferenciación en mercados competitivos.
La transición implica rediseñar productos, cadenas de suministro y servicios. Según Bain & Company, los líderes que avanzan en este camino no solo fortalecen su posición ante inversionistas y clientes, también construyen resiliencia frente a cambios en costos y regulaciones.
Circularidad y rentabilidad empresarial
El atractivo de los modelos circulares radica en su capacidad para generar crecimiento rentable. Bain calcula que estas estrategias pueden incrementar los márgenes hasta en 25 % gracias a menores costos operativos y mayor valor de marca. También se estima que más del 50 % de los consumidores globales está dispuesto a pagar más por bienes con atributos sostenibles.
La integración de reciclaje, reacondicionamiento y servicios posventa está transformando sectores como automotriz, moda o tecnología, donde los modelos circulares se convierten en una ventaja competitiva.
Si este artículo te está gustando, podrías leer: Family offices impulsan inversiones deportivas con Goldman Sachs.
Un futuro que ya se construye
La circularidad ya está generando impactos medibles. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos informó que en 2024 los sistemas de recuperación de materiales evitaron más de 290 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, la Unión Europea avanza con marcos regulatorios que impulsan a las empresas a acelerar esta transición.
El mercado global de productos circulares alcanzó un crecimiento anual de doble dígito en 2025, lo que confirma que la rentabilidad y la sostenibilidad pueden avanzar juntas en la agenda corporativa.









