El apetito de los multifamily offices en Estados Unidos está marcando un cambio en la forma de entender el mercado inmobiliario. Estos grupos, que gestionan patrimonios de familias de alto poder adquisitivo, han encontrado en los bienes raíces comerciales un vehículo estratégico para proteger y multiplicar capital en un entorno de tasas volátiles y crecimiento desigual.
La lógica es clara: mientras los fondos tradicionales enfrentan presiones por rendimientos y liquidez, los multifamily offices poseen horizontes más largos y una flexibilidad que les permite entrar en segmentos que requieren visión y paciencia. Esta capacidad ha generado operaciones recientes en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Dallas, donde las inversiones se orientan a oficinas adaptadas al modelo híbrido, espacios industriales ligados al e-commerce y vivienda multifamiliar urbana.
Multifamily offices y nuevas dinámicas del capital privado
El interés no surge de la nada. Datos de agosto de 2025 confirman que el capital gestionado por multifamily offices supera los 8 billones de dólares a nivel global, con una porción creciente destinada a bienes raíces comerciales. Del mismo modo, su rol ha evolucionado: ya no se limitan a ser coinversionistas discretos, sino que lideran proyectos, negocian directamente con desarrolladores y establecen estructuras de gobernanza profesionalizadas.
En consecuencia, su incursión abre la puerta a modelos de negocio más ágiles. Las familias buscan combinar rentabilidad con impacto, impulsando edificios con certificaciones ambientales y proyectos de reconversión urbana.
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Por otro lado, el dinamismo de este sector refleja una lección empresarial más amplia: la innovación no siempre viene de nuevos jugadores, sino de cómo los actores tradicionales se reinventan y ocupan espacios antes reservados a fondos institucionales. El valor está en la adaptación estratégica, no en la mera escala.
La magnitud del fenómeno se entiende con un dato puntual: en septiembre de 2025, la participación de multifamily offices en transacciones de oficinas prémium en Nueva York alcanzó 12 % del volumen total, un récord histórico.
