Soy Patricia García Solís, tengo 46 años y dirijo mi propia flotilla de vehículos con la app de Uber. Emprender en un sector predominantemente masculino fue un reto desde el primer día. Aunque hemos avanzado mucho, los estereotipos de género siguen presentes y yo los veía en quienes asumían que era la asistente del dueño del vehículo o su ayudante. Sin embargo, lejos de desmotivarme, estas experiencias me impulsaron a demostrar que el género no define la capacidad de liderazgo.
Recuerdo mi primera revisión del coche en un taller. A las pocas semanas de cambiar los frenos me dijeron que debía reemplazarlos de nuevo. Cuando pregunté cuánto debían durar y en qué debería fijarme para saber el momento de cambio, nadie supo responder con certeza.
Desde entonces, aprendí a observar en cada revisión, comparar lo que hacían en distintos lugares y buscar alternativas para reducir costos. Descubrí dónde comprar las piezas más baratas y negocié con un mecánico el monto de la instalación.
Comencé a llevar mis propios registros en una libreta, con tablas hechas a mano donde anotaba los kilómetros recorridos y el rendimiento de la gasolina. Estos datos los contrastaba con los reportes de la app de Uber sobre la distancia de los viajes, el tiempo recorrido y las ganancias generadas. Con el tiempo, mis cálculos eran tan precisos que todo cuadraba y cuando no, ya sabía dónde tenía que revisar el detalle.
Lo que comenzó como un ingreso adicional, con un solo auto que rentaba, terminó convirtiéndose en mi principal sustento y el de mi hijo, Axel. Me di cuenta de que el negocio estaba creciendo, y que con la misma organización, podía expandirme. Así logré adquirir algunos automóviles más, los cuales hoy me generan dinero sin necesidad de manejarlos yo misma. Pero el éxito no llegó solo; requirió determinación y disciplina.
Fuente: Emprendedor.com
En un entorno financiero cada vez más descentralizado, Bitget ha logrado posicionarse como una de…
Decirnos la verdad, aunque duela, es una forma de liderazgo. En México, este cierre de…
En un entorno corporativo donde la única constante es el cambio, las empresas en México…
Eliminar el impuesto a videojuegos no solo es un ajuste fiscal, sino una apuesta estratégica…
El futuro de la comunicación corporativa no se anuncia con ruido, pero avanza con pasos…
Romper barreras y transformar paradigmas no es solo un acto social, también es una estrategia…