Ante un escenario global volátil y una contracción generalizada del consumo en México, PepsiCo está adaptando su estrategia. La compañía, que reconoce una proyectada baja en su utilidad anual, busca mitigar el alza de costos en su cadena de suministro y estimular las ventas a través de la innovación y un fuerte compromiso con la producción local.
Estrategia de Diversificación y el Sello «Hecho en México»
Isaías Martínez, presidente de PepsiCo Alimentos México, explicó que la empresa está lanzando activamente nuevos productos y desarrollando una amplia variedad de portafolio. Esta diversificación les permite cubrir diferentes momentos de consumo, desde botanas para la tarde hasta galletas para el desayuno, una ventaja clave en el actual mercado.
Para reforzar su conexión con el mercado mexicano, PepsiCo se ha sumado a la iniciativa “Hecho en México”. Más de 200 productos de marcas como Sabritas, Gamesa, Quaker y Sonrics llevarán ahora este distintivo en sus empaques. Esta certificación es posible porque más del 90% de los insumos agrícolas de PepsiCo provienen de productores locales, con la empresa comprando cerca del 20% de la producción nacional de papa.
En su reporte financiero del primer trimestre de 2025, PepsiCo admitió la volatilidad macroeconómica global y las presiones inflacionarias que mantienen a los consumidores cautelosos. Aunque sus ingresos netos globales cayeron un 1.8% a $17,920 millones de dólares en el trimestre (respecto a 2024), los ingresos orgánicos crecieron un 1.2%. A pesar de este avance, la compañía ajustó a la baja su expectativa de utilidad por acción para el año, proyectando una caída del 3%.









