La representación de mujeres en puestos de alta dirección o liderazgo entre las empresas listadas en las bolsas de valores de México ha logrado avances en los últimos años. Pero sigue siendo un porcentaje bajo.
“El 12% de las mujeres ocupaban puestos altos directivos en 2022. Sin embargo, ya se empiezan a ver diferencias en niveles medios, medios bajos, gerenciales, pero en los más altos aún no”, comentó María Virginia Pacas Rivera, profesora de claustro del Centro de Formación y Perfeccionamiento Directivo (ICAMI).
El hecho de que siga siendo especialmente difícil para las mujeres ocupar puestos de liderazgo empresarial, agregó la especialista, obedece mucho a los “tabús”, pues históricamente el medio bursátil ha sido dominado por hombres.
No obstante, consideró que una empresa “gana” cuando incluye la participación de la mujer en mandos directivos porque tendrá la diversidad de pensamiento en la toma de decisiones.
“Un beneficio adicional es que la empresa vive la responsabilidad social de manera real, no nada más para adornarse porque siendo igualitario se gana mucho”, consideró.
Este escenario, explicó la profesora del ICAMI, abre “oportunidades”, que incluso, como sociedad tenemos en torno a la igualdad de género, entendida como “esa justicia” en términos del trato entre hombres y mujeres respecto a las oportunidades y nuevas condiciones laborales.
Durante la entrevista, citó acciones que se pueden emprender para romper realmente con la actual brecha de género y los tabús en la cultura empresarial, tales como disminuir los sesgos en los esquemas de contratación.
Romper con la discriminación por maternidad. Impulsar más iniciativas para lograr el equilibrio entre hombres y mujeres en las actividades domésticas y cuidado de los hijos.
Fuente: El Economista
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