Para controlar el estrés, se sigue desarrollando un modelo de negocio alrededor del mundo: Los Rage Rooms, que son espacios privados y controlados donde las personas pueden liberar sus frustraciones, tensiones y estrés acumulado, mediante la destrucción de objetos con bates de béisbol, martillos y mazos.
Los Rage Rooms, también conocidos como salas de ira o salas de destrucción, surgen como una terapia para el manejo del estrés.
No hay evidencia científica sobre su efectividad, pero es una tendencia en auge. Y no está exenta de críticas, ya que algunos expertos se preguntan si estas salas promueven la agresión en lugar de aliviarla.
En la Ciudad de México, Break It es un espacio creado hace más de tres años, en donde la gente puede descargar el enojo, estrés y frustraciones rompiendo objetos (botellas de vidrio, electrónicos viejos, platos y muebles, etc.).
La experiencia dura 45 minutos (15 minutos de explicación y entrega del equipo de seguridad como gafas y guantes; 15 minutos rompiendo cosas y 15 minutos de relajación). En el cuarto de ira ponen la música que más te guste para desahogarte.
Las tarifas de los Rage Rooms en México y en el mundo arrancan desde los $500 y pico, hasta los $1,800.
En Break It el paquete básico cuesta $599 para una persona; e incluye 15 botellas más un costal de box. La opción de $999 es de 20 botellas, un costal y un aparato electrónico para dos personas y con un costo adicional para un tercero.
El paquete más caro es de 1,799 pesos para dos personas (20 botellas, costal y dos TV). Todas incluyen sala de relajación.
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