Riesgos del despido mal gestionado

Ilustración de un entorno corporativo mostrando tensión tras un despido mal comunicado en España
Riesgos del despido mal gestionado

Un despido siempre es una noticia difícil, pero en España empieza a convertirse también en una vulnerabilidad empresarial. En octubre de 2025, la firma B+SAFE reveló que el 83% de las empresas en el país carece de protocolos claros para comunicar una desvinculación laboral. Y ese vacío no solo genera tensión: puede traducirse en demandas, fuga de talento e incluso daños reputacionales.

Los despidos mal comunicados han dejado de ser un asunto solo legal o ético. Ahora se posicionan como fallas estructurales que impactan directamente en la innovación, el liderazgo interno y la cohesión de los equipos.

Cuando una salida se transmite sin tacto, sin transparencia o sin preparación emocional, el mensaje que reciben los colaboradores no es neutral: es una alerta. Y ese ruido se multiplica en redes sociales, portales de empleo y entornos laborales hiperconectados.

Despido mal comunicado: una falla en la cultura empresarial

Además, la experiencia del empleado despedido es cada vez más relevante. La consultora Wellwo identificó que el 62% de los trabajadores valora el trato recibido al salir como parte fundamental de su percepción sobre la empresa. No se trata solo de indemnizaciones o legalidades. Se trata de respeto, consistencia cultural y gestión del cambio.

Frente a este panorama, el outplacement cobra fuerza como solución inteligente. Bien implementado, permite cuidar la salida y también proteger la marca empleadora, algo esencial para atraer talento en sectores competitivos. No es un lujo: es un recurso estratégico.

Otra lectura recomendada: Errores comunes en pymes que frenan su rentabilidad en México

[banner count=1 group='contenidos']