Desde hace dos años, una startup francesa instalada en Clermont-Ferrand, en un antiguo terreno de Michelin, se presenta como la única empresa del mundo capaz de reciclar biológicamente fibras sintéticas para tejer nuevos hilos.
El demostrador industrial de Carbios, actualmente en fase de finalización, está situado en terrenos desocupados por Michelin. La joven compañía está a punto de recibir su primera tonelada de ropa de poliéster para reciclar, recogida por una startup parisina, Weturn.
“Hasta ahora, no había soluciones de reciclado enzimático en Francia; todos los poliésteres que recogíamos se destruían. No había otras soluciones. Se recuperaba como energía”, es decir, se quemaba, explicó Sophie Pignères, fundadora de Weturn.
El objetivo es sustituir los textiles técnicos procedentes de Asia, que a menudo se fabrican con botellas de plástico.
Reciclar ropa
La industria textil está fascinada con la idea de poder reciclar realmente la ropa, refiere mx.fashionnetwork.com.
“Somos el sector que primero se globalizó, somos el sector considerado más podrido del planeta, vamos a demostrar que es posible fabricar textiles en una economía circular que sean accesibles y virtuosos. Vamos a dar ejemplo”, exclamó Éric Boël.
Cabe resaltar que Boël dirige Nouvelles Fibres Textiles, una fábrica situada en Amplepuis (Ródano). Su objetivo es tejer los eslabones de una cadena de reciclado de textiles sintéticos, el famoso poliéster que se amontona en los vertederos. Su molécula básica, el tereftalato de polietileno o PET, es idéntica a la utilizada en las botellas de agua mineral.
Desde hace dos años, la planta automatizada de clasificación de textiles al final de su vida útil del Sr. Boël introduce poliéster usado en el demostrador de Carbios, donde las enzimas descomponen las complejas moléculas de PET.
A finales de 2025, Carbios pondrá en marcha su primera planta a gran escala, en Longlaville, Meurthe-et-Moselle, con el gigante mundial del PET Indorama. Para 2027, la empresa espera procesar 50 000 toneladas de residuos al año.









