3 razones por las que la Fed subirá tasas en diciembre

Datos económicos más sólidos, volatilidad acotada y posibilidad de evaluar la respuesta de los mercados son los factores que hacen propicio diciembre para que la Fed incremente las tasas de interés de referencia por primera vez desde hace casi nueve años.

 

Después de casi nueve años con tasas en mínimos históricos, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está, ahora sí, más cerca de mover hacia arriba los tipos de interés, que ha mantenido entre 0.0 y 0.25%, como un instrumento para impulsar la economía más poderosa del mundo.

Pese a que desde finales de 2014 el banco central dirigido por Janet Yellen dijo que este año se haría el primer movimiento, se ha ido retrasando por la falta de datos contundentes sobre la recuperación económica y por factores externos como la volatilidad e incertidumbre creada por la situación de China y otras economías emergentes.

Pero diciembre se perfila como el momento propicio para que la Fed, en su junta los días 15 y 16, haga el primer movimiento. Hay, específicamente, tres factores, económicos y coyunturales, que hacen pensar en ello. El primero es que la Fed tiene suficiente “evidencia” de que la economía tiene un crecimiento más fuerte; esto, de acuerdo con los últimos datos de empleo, inflación, producción y consumo.

El segundo factor es que, gracias a esta evidencia, los mercados estarían preparados para el alza de tasas en el último mes de este año, por lo que la volatilidad estaría limitada.

La tercera razón es que la Fed, a la hora de hacer el anuncio, puede evaluar la respuesta del mercado y decidir a qué ritmo llevar los demás incrementos.

 

1. Datos económicos más sólidos

Después de meses de resultados mixtos, los indicadores económicos de la economía más poderosa del mundo pueden dar suficiente respaldo a la Fed para comenzar el ciclo de alza de tasas en su junta de diciembre.

El 6 de noviembre, el Departamento del Trabajo estadounidense reportó que en octubre se crearon 271,000 empleos no agrícolas, el mayor crecimiento desde hace casi un año, mientras que la tasa de desempleo en el mismo mes llegó a 5.0%, su nivel más bajo desde hace casi siete años y medio.

Por otro lado, la baja inflación se había convertido en un lastre para que el banco central de EU decidiera subir las tasas antes. Pero este martes 17 de noviembre, el Departamento del Trabajo reportó que el índice de precios al consumidor subió 0.2% en octubre, revirtiendo la caída de 0.2% en el mes previo.

En otro dato publicado el martes 17, la producción manufacturera estadounidense subió 0.4% frente al mes anterior, gracias a una mayor demanda de bienes duraderos, lo que también muestra un consumo interno más fuerte.

“Las señales de crecimiento de la economía estadounidense son más evidentes, y creo que esto incrementa las probabilidades de que en la reunión de diciembre la Fed haga un incremento a la tasa de referencia, como ya lo han estado sugiriendo varios miembros del Comité de Operaciones del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés)”, comenta Isaac Velasco, analista económico del banco Ve por Más.

El único ‘borrón’ en los datos económicos de EU está en el Producto Interno Bruto (PIB), que en el tercer trimestre creció a una tasa anual de 1.5%, según cifras preliminares, un ritmo bastante menor si se compara con el segundo trimestre, cuando creció 3.9%, también a tasa anual.

Aun así, se espera que la economía de EU continúe su expansión el resto de 2015 y en 2016, liderada por el consumo y la compra de más bienes duraderos, según un análisis de Barclays, publicado el lunes 16 de noviembre.

 

2. Menor volatilidad

En su conferencia del pasado 17 de septiembre, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo que la evidencia económica sobre la inflación y el empleo no era lo “suficientemente convincente” para subir las tasas en ese momento. Lo cierto es que también había otras razones de peso para mantener los tipos en mínimos históricos.

La funcionaria también se refirió al debilitamiento de la economía global y los riesgos exteriores, como China, aunque también se refirió al resto de los mercados emergentes.

“Nuestro balance de riesgos no se ha ido sólo hacia China, sino que los demás riesgos de los emergentes pueden salpicar a Estados Unidos”, dijo en aquella ocasión.

En julio pasado, las bolsas de Shanghai y Shenzhen tenían su peor caída en 23 años y perdieron 3 billones de dólares (bdd) en valor, lo que hizo saltar los temores entre los inversionistas sobre la economía china, aunque estos desplomes no contagiaron al resto de los mercados en el mundo.

Ahora, con menos incertidumbre y con los datos económicos fuertes de EU, un alza de tasas en diciembre traería una volatilidad moderada.

“Esta alza de tasas sería la primera de los últimos nueve años. Creemos que en el momento del alza veremos volatilidad en los mercados, la cual creemos que deberá de ser limitada, ya que los mercados descuentan parte de este movimiento”, comenta Adolfo Acebrás, economista en jefe de UBS Wealth Management.

 

3. Diciembre, el mejor momento para evaluar

No sería la primera vez que la Fed aguarde hasta el último mes del año para hacer un cambio importante en su política monetaria. En diciembre, pero de 2013, el aún presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunció la reducción paulatina del programa de compra de bonos (Quantitative Easing), implementada desde la crisis de 2008.

Así como la Reserva Federal eligió diciembre para anunciar que dejaría de inyectar dinero a los mercados, el banco central podría considerar propicio hacer un primer incremento de tasas en diciembre y evaluar la respuesta del mercado.

“Una vez que comience el ciclo de alza de tasas, creo que va a ser importante  evaluar cómo se comporta la economía, cómo lo toman los mercados, para saber cuál va a ser el camino de la Reserva Federal: tener una política de normalización moderada con un camino paulatino o con alzas aceleradas”, opina Isaac Velasco, de Ve por Más.

Adolfo Acebrás, de UBS, considera que otro punto a considerar para la Fed es que –mientras anuncie el primer incremento en tipos– el Banco Central Europeo (BCE) vaya en el camino contrario y probablemente acelere su programa de compra de bonos (QE).

“Creemos que la Reserva Federal tiene un límite de fortaleza del dólar que está dispuesta a soportar, el cual probablemente sea una paridad de 1:1. Si nos encontramos cerca de esos niveles en diciembre, creemos que Janet Yellen deberá de ser muy cuidadosa para poder subir tasas”, agrega.

El euro alcanzó un mínimo de 1.0631 y un máximo de 1.0691 dólares por euro. Pese a este riesgo, el banco central estadounidense no podría encontrar mejor momento que su reunión de diciembre para subir tasas.

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