Uno de los muchos mantras que creó Bill Gates y que se repite de manera constante es que el contenido es el rey, lo cual, sin duda, es cierto en cuanto a que muchas de las barreras para la distribución de contenidos han disminuido de manera dramática. Hoy un creador de contenidos puede llegar a millones de personas a un bajo costo a través de plataformas como YouTube grabando con su propio teléfono inteligente y sin invertir muchos recursos en la edición y producción. Sin embargo, el formato mediante el cual se distribuye dicho producto también es clave. Por ejemplo, un video de Yuya, estrella de YouTube con 12 millones de suscriptores, no necesariamente se adapta a un formato de televisión o mucho menos para la pantalla de cine.
Un buen ejemplo de esto lo ofrece Vice que, de acuerdo al Financial Times en la semana que termina, logró concretar un acuerdo con la finalidad de obtener un canal de televisión por cable, que le permita dar salida a sus contenidos en dicho formato. El acuerdo contempla una inversión de 200 millones de dólares de Walt Disney Company, una de las compañías más importantes y tradicionales en el mundo del entretenimiento, la cual anteriormente ya había invertido 250 millones de dólares en Vice.
La historia de Vice es poco ortodoxa, como lo es su fundador Shane Smith, que en muy poco tiempo ha logrado un espectacular ascenso en la preferencia de consumidores jóvenes. Vice fue fundada en 1994 en Canadá como una revista que buscaba reportar acerca de las subculturas urbanas. Las tendencias que no se imprimían en las revistas tradicionales encontraron un espacio en la publicación. El estilo de Shane, que en esencia no tenía mayores pretensiones periodísticas, le permitió contar con la versatilidad para abordar temas controvertidos con enfoques innovadores, lo que se ha mantenido a lo largo de su incursión a las plataformas digitales y de televisión tradicional con una estructura de costos mucho más ligera que la de otros medios. De Vice destaca la cobertura que le dio al conflicto en Ucrania o ser el único medio de comunicación que ha contado con un periodista que pudo acompañar desde dentro al Ejército Islámico en Siria. La credibilidad junto con las versatilidad le ha permitido a Vice hablarle de noticias a una generación que tradicionalmente no las consume o, al menos, no en el formato del noticiario formal de televisión, dicha versatilidad ha convertido a la compañía en una plataforma atractiva para políticos como el presidente estadunidense, Barack Obama, o el director de la CIA.
Vice ha demostrado que los buenos contenidos no están divorciados de las diferentes plataformas, de otra forma no se explica el éxito de VICE HBO Series que logró audiencias de dos millones de personas. Por ello no sorprende la apuesta de Disney o la inversión que han recibido del conglomerado de medios, noticias y cine de Rupert Murdoch.
De acuerdo a lo dicho por Shane Smith en entrevista con CNBC, este año lograrán captar ingresos de mil millones de dólares aunque el Wall Street Journal disputó la información y estimó que los ingresos serían de 500 millones de dólares y contratos que se pagarán en 2016 por otros 500 millones de dólares. Aunque Vice no es pública, la mayor parte de sus ingresos se dan gracias a los acuerdos que tiene con canales de televisión por cable.
En México la televisión abierta sigue siendo el formato de mayor penetración en los hogares, de acuerdo al multicitado estudio de EY, donde analiza la publicidad en nuestro país, la televisión abierta continúa siendo el medio por excelencia con una penetración de 96% de los hogares mexicanos frente a internet que tiene 37 por ciento. La estructura de costos es muy diferente y el precio de la pauta publicitaria también, no obstante, como Vice lo demuestra, el camino de las empresas de medios es generar buenos contenidos y coronarlos con los distintos formatos de las plataformas viejas y nuevas, porque un rey sin corona es débil y una corona sin rey es inútil.