El arquitecto neoyorquino Vishaan Chakrabarti revela los ingredientes para que te sientas confortable en urbes como la Ciudad de México, São Paulo, Nueva York o Tokio.
Por Édgar Fonseca
El arquitecto y urbanista Vishaan Chakrabarti considera que las urbes densamente pobladas pueden tener un mejor futuro y dejar a un lado esa imagen de caos que predomina en el imaginario colectivo.
“Si ves a Tokio y Londres, culturalmente son ciudades muy diferentes, físicamente son ciudades muy distintas, sin embargo, ambas han generado una ciudad física que es dependiente del tránsito masivo, dependiente de un núcleo interno denso. Hay lecciones en común que las ciudades pueden aprender entre sí.”
—¿Se puede replicar esa experiencia en ciudades sobrepobladas de Latinoamérica?
—La mayoría de ciudades de este tamaño alrededor del mundo está construyendo algún tipo de transporte masivo para que las personas puedan trasladarse rápido y de manera eficiente sin tener que manejar. Adicionalmente, debería haber mayor desarrollo urbano de uso mixto, con viviendas y espacios de oficina, tiendas y minoristas, así como escuelas. Es más mixto y le permite a las personas caminar. Londres, París y Nueva York han desarrollado ese patrón a través del tiempo. Algunas de las áreas históricas de ciudades latinoamericanas pueden proveer algunos ejemplos para el futuro.
Una opción para Chakrabarti en cuanto a mejorar la vialidad en las urbes es poner a funcionar sistemas masivos de transporte como el metro.
El newyorkino sabe de qué habla. Fue director de la oficina de Manhattan en el Departamento de Planificación de la Ciudad de Nueva York (2002-2005) e impulsó en esas funciones, entre otras obras, el High Line Park, una exitosa área de recreación urbana de 2.3 kilómetros de extensión, construida sobre una vieja red ferroviaria, con una visitación anual de cinco millones de personas, que supera a la de la Estatua de la Libertad.
Es socio de la firma neoyorquina de arquitectos SHoP Architects, que diseñó el Barclay´s Center, una mega área deportiva y de recreación bajo techo en Brooklyn. Dicha firma también tiene a su cargo la planeación y la remodelación de la Domino Sugar Refinery, un proyecto de 2,200 apartamentos en la zona ribereña de Brooklyn.
Nacido en Calcuta, India, en 1966, pero criado en los Estados Unidos desde los dos años, Chakrabarti estuvo de paso en San José donde impartió una conferencia sobre urbanismo en tiempos recientes.
Autor del libro Un país de ciudades, dedicado al análisis de las tendencias del ordenamiento urbano en EU, atendió a Forbes.
Ratificó sus expectativas de que un urbanismo ordenado, un repoblamiento de las ciudades y una conversación constante con las comunidades permitirán hacer más cómoda la vida en las grandes urbes, no sólo estadounidenses sino de otras regiones del mundo como Latinoamérica. Y hasta en ciudades de menor tamaño pero densamente pobladas, como algunas en Centroamérica.
Chakrabarti tiene una maestría en Arquitectura de la Universidad de California en Berkeley y una maestría en Planificación de la Ciudad del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Es profesor asociado en Desarrollo de Bienes Raíces en Columbia University, ny, donde dirige el Centro para Bienes Raíces Urbanos (CURE, por su siglas en inglés).
Apuesta por el retorno al desarrollo urbano ordenado de las grandes ciudades, más allá de la expansión experimentada por décadas hacia los suburbios, como ocurrió en eu.
Para impulsar este tipo de desarrollo se necesitan liderazgos en nuestras sociedades. Pone de ejemplo al exalcalde Enrique Peñalosa de Bogotá, Colombia. Si uno observa a Bogotá, dice, se nota la mano de un líder como el alcalde que procuró ordenar el transporte público masivo con el sistema Transmilenio.
“Un alcalde fuerte puede hacer muchas cosas, construir mejores parques, mejores escuelas, mejorar la atención médica”, dice.
¿Qué otras fórmulas tiene en su prescripción este arquitecto, cuya infancia y juventud transcurrió entre Arizona y Boston, para impulsar experiencias urbanas más humanas y amigables en ciudades de Latinoamérica?
Debe haber un desarrollo mixto, de ingreso mixto, una experiencia urbanística que permita por igual compartir a gente pudiente, a millonarios, a trabajadores y a pobres.
“Que vivan juntos, que no se tengan que montar en un auto para hacer todo. Esto conlleva a un estilo de vida más saludable. Y con una mejor arquitectura, porque si vas a vivir en una circunstancia más urbana, vas a necesitar belleza alrededor : nuevos parques y fuentes de agua, donde las personas puedan conectarse con la naturaleza, con áreas verdes y tener ese sentimiento de naturaleza saludable alrededor de ellas”.
Y añade: “Con Twitter, Facebook o internet entendemos que el mundo es complejo y algo aterrador. Cuando le hablas a las personas acerca de vivir en ciudades, acerca de urbanizar, puedes llegar a ver “miedo” hasta cierto punto y creo que esto es porque la gente tiene muchos estereotipos acerca de las ciudades. Lo que tienes que hacer es demostrarles que las ciudades pueden ser una manera alegre y saludable de vivir”.
Vishaan Chakrabarti. (Foto: Ezequiel Becerra).
Una nueva convivencia
Chakrabarti está casado con la arquitecta María Alataris y es padre de Evan de 11 años y Avia de cinco. Es sensible a lo que el ser humano puede ver y sentir a su alrededor.
Su padre un biofísico molecular y bioquímico ya fallecido, contratado como profesor en la Universidad de Arizona, en Tucson, se especializó en la investigación del ojo. “Debido a él y a su trabajo, muchas personas que estaban ciegas alrededor del mundo, ahora pueden ver”, dice.
— ¿Te inspiró tu padre a ser arquitecto?
—Sí, en el sentido que siempre quiso que nosotros viajáramos y viéramos las ciudades del mundo, aun cuando nosotros vivíamos bajo el presupuesto reducido de un científico. Nunca me hubiera convertido en un arquitecto sin esta exposición global que mis padres me proporcionaron.
Esa experiencia global es la que nutre su latente preocupación sobre un desarrollo urbano mundial desordenado que se palpa en distintas latitudes.
“Tenemos en el mundo siete billones de personas y alrededor de dos billones personas moviéndose a la clase media y media-alta, viendo hacia modelos occidentales de una casa suburbana, dos carros, como el reflejo de su éxito. Aunque es bueno que las personas prosperen, me preocupa que dos billones de personas vivan así, manejando a todo lado donde van. En todo lado donde voy hay masivas congestiones de tráfico y me preocupa que el planeta no pueda soportar las restricciones de recursos, todas esas personas manejando, que no estemos pensando inteligentemente respecto al cambio climático, al aumento del nivel del mar, si todos vivimos de esta manera que demanda tantos recursos del mundo”, comenta el urbanista.
Como arquitecto, Chakrabarti aspira a contribuir a un mundo mejor urbanizado, a construir mejores ciudades. “Me encanta ser arquitecto porque creo que tenemos una responsabilidad especial en hablar con la gente acerca de la importancia de la ciudad y de cómo construir mejores ciudades”.
Como ser humano, se dice compasivo con los demás por legado de sus padres; y como persona de familia, aspira a que sus dos hijos vivan en un hogar lleno de amor, reciban una gran educación y persigan sus propias ilusiones.
— ¿Cuál es tu mayor aspiración?
—Hacer del mundo un lugar mejor para mis hijos. Tengo hijos pequeños y realmente me preocupa el mundo que están heredando, especialmente en términos del cambio climático y el aumento del nivel del mar. Todos debemos trabajar juntos en ver cómo vamos a corregir este problema ambiental masivo que estamos enfrentando.
La entrada ¿Es posible vivir en las megaciudades? aparece primero en Forbes México.